lunes, 21 de noviembre de 2011

MADRID CON AGUACERO

Madrid.- Son, posiblemente, los mejores años para el Perú desde hace mucho tiempo, pero no necesariamente para los que residen fuera de la patria. De este lado del mundo se contemplan con ilusión las buenas noticias sobre el crecimiento económico, la riqueza mineral y energética, y las tímidas mejoras sociales en el Perú, que son en realidad lo que todos estamos esperando que mejore. Me centraré, no obstante, en comentarles, queridos lectores, qué ocurre con la comunidad peruana aquí en España. 

Escribo estas palabras un día después de las elecciones nacionales, y la única noticia (la que más infiere en la comunidad emigrante) es la abrumadora confianza depositada por el pueblo español en la derecha, en Mariano Rajoy y el Partido Popular. Sin valorar demasiado los rigores históricos que le son inherentes a la derecha, el Partido Popular (PP) se precia de ser un partido centro, que intenta ser coherente con sus decisiones y velando siempre en pro del país, llevando consigo una cota de patriotismo no sin importancia. Sin embargo en esta campaña no se ha discutido demasiado sobre inmigración, pero sí han dejado claras cuales serán sus medidas con respecto a este tema en su programa electoral. No me deja de llamar la atención que sea uno de los pocos temas en los que han sido muy claros, pues de economía y trabajo resultan mucho más ambiguos. 

Proponen también una “inmigración circular”, es decir, que al igual que se ingresa en España cuando hay trabajo, se den facilidades para salir de España con una serie de mejoras que faciliten su regreso en cuanto sea necesario. Proponen una circulación migratoria regida por la demanda de personal, dentro de unas directrices que faciliten tanto la entrada como la salida y en las que se tengan en cuenta los derechos ganados en este tiempo. Acto seguido, también proponen un cambio en el tipo de contrataciones, es decir, un cambio de los requisitos para que un empresario solicite la contratación de un extranjero, y por ello su entrada al país. Resulta lógico el razonamiento para combatir el desempleo, sencillamente se traduce en que será más difícil venir a España, y de venir has de tener en cuenta que quizás te tengas que volver si las cosas se ponen malas. No hay que confundir lo que está bien con lo que a uno le conviene, por lo tanto, es sensata la medida, pero yo le veo una pega no menos importante: la desfragmentación familiar. Ya se están dando muchos, muchísimos casos de familias en las que uno de sus miembros tiene que retornar a su país de origen porque éste lleva mucho tiempo en situación de desempleo, y además teniendo hijos aún en edad escolar. La realidad es la que es, y a muchas de estas personas no se las preparó para afrontar este tipo de circunstancias, dando como resultado situaciones violentas y agudizando más cualquier problema de integración. Perú lleva sobre sus hombros el peso de una sociedad que apenas si supo sobrevivir y que no supo pensar en su futuro, o que sencillamente no se les concedió la posibilidad de asegurarse uno. Ahora en España el futuro no está claro para casi nadie. Sí, llueve sobre mojado. 

Para nacionalizarse español, camino común de muchos residentes de largo recorrido, se comenzará a aplicar un examen sobre conocimientos básicos sobre el país, y en palabras del próximo gobierno, un profundo respeto por lo que “supone ser español”. En cualquier caso es una decisión lógica y la prueba, si no supone una irracionalidad o un exceso de complejidad, es cuanto menos razonable. Lo mejor de todo es que el PP promete agilizar las convalidaciones de títulos obtenidos en el extranjero, cosa que supondría una mejor importante pues sería sensiblemente mayor el abanico de posibilidades que nuestros compatriotas egresados en universidades peruanas podrían tener, tanto laboral como sociales. Esto es una gran noticia siempre y cuando no suponga un cambio en las condiciones iniciales de las convalidaciones, pero esto es muy improbable, pues estás convalidaciones están dentro del ámbito europeo, lo que supone una estandarización latente sea cual sea el gobierno en funciones. 

Perú es un país rico en aire, cielo, tierra, pero que no ha sabido gestionarse. España es un país con menos riqueza natural, pero donde se han gestionado mejor. Hoy, Perú crece a un ritmo altísimo pues empieza a explotar sus posibilidades. España tiene que replantearse como organizar sus posibilidades para que se puedan asegurar un futuro con una equidad social que en el Perú se nos antoja tan difícil. Este camino, el de la justicia y el progreso, pasa por saber ver nuestros defectos y no olvidar nuestras virtudes. España necesita un compromiso por no perder aquello que tanto costó ganar, y peruanos y españoles hemos de recoger el testigo para que vea el futuro un porvenir positivo, mejor, estimulante. El respeto y la responsabilidad con nuestro trabajo y con nuestra sociedad es vital, hemos de trabajar para que nos vaya bien desde nuestro hogar, y así irá mejorar nuestro país, nuestra tierra, nuestro cielo, que es el mismo para todos los hombres, sea cual sea su nacionalidad. Yo tengo una última reflexión: ¿cómo hacer que una persona trabaje mejor, se enferme menos, de menos problemas, sea más productiva para su comunidad, y además esté contenta? La respuesta es fácil: educación y compromiso. Ser un buen ciudadano no es condición de nacimiento, es una condición ética. Seamos buenos ciudadanos. Los residentes en España lo intentamos, nos intentamos educar y comprometernos con nuestro entorno. Ustedes que están bajo el sol del pacífico ¿lo intentan? 
Miguel P.A.

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